Queridos hijos, en este episodio les hablo desde el corazón. Estoy siempre a su lado, deseando que se acerquen más a mí para entender mis intenciones. Lo que ofrezco supera su imaginación. Al seguir al Espírito Santo, no se desviarán. La nueva vida en Jesucristo, que ya han recibido por fe, es el camino hacia lo celestial. Deben elegir cada día entre su propia voluntad y lo divino. Orar sin cesar y seguir al Espíritu en sus acciones les permitirá glorificar a Jesucristo. Recuerden, sus oraciones son poderosas; juntos, llevaremos la gloria del reino celestial.

Mis queridos hijos, en este episodio, os recuerdo que en Jesucristo no os falta nada; sois prósperos, aunque las bendiciones no siempre sean visibles. Centrad vuestros corazones en hacer la voluntad del Padre y servid con amor a los demás. Aunque el mundo enfrente dificultades, confiad en que yo cuido de vosotros y que vuestra abundancia proviene del Reino de los Cielos. Os animo a dar sin costo, a ser canales de gracia y a mantener la fe en mi provisión. Recordad, la verdadera prosperidad va más allá de lo terrenal y se manifiesta en el amor y la paz del Señor.

Queridos hijos, en este episodio os hablo sobre la importancia de seguir la guía del Espíritu Santo en vuestras vidas. A veces, el camino puede parecer confuso, pero si permanecéis firmes en la fe, descubriréis su voluntad divina. Reflexionamos sobre cómo vuestro amor y servicio hacia los demás, especialmente los más débiles, son la verdadera manifestación del amor de Cristo. Recordad que no necesitáis mediadores; el Espíritu Santo reside en vosotros, guiándoos hacia una vida llena de significado y propósito. Uníos a mí en este viaje de fe y amor. ¡Descubrid cómo vuestro sacrificio personal puede transformar vidas!

Queridos hijos, en este episodio recordamos cuán preciosos sois en mis manos. Habéis escogido vivir en el Espíritu Santo, y eso es lo que me complace. En tiempos difíciles, vuestra fortaleza se basa en la fe que proviene de conocerme. Seréis canales de gracia, dando sin esperar nada a cambio, y vuestra paz en Cristo os permitirá enfrentar cualquier adversidad. A medida que camináis en este propósito, recordad que todo lo que hagáis tiene un impacto eterno. La luz de Dios brillará a través de vuestro sacrificio, siendo testigos de su amor. ¡Uníos a nosotros y fortaleced vuestra fe!

Queridos hijos, en este episodio, os hablo sobre la revelación del Espíritu Santo en vuestras vidas. Cada acción que tomáis, siguiendo su guía, construye el reino de los cielos aquí en la tierra. Aprenderéis a dejar atrás las limitaciones terrenales y a abrazar una vida de fe, humildad y amor desinteresado, recordando que lo eterno perdura más allá de nuestra existencia. La ayuda divina está siempre cerca; simplemente debéis pedirla. Este es un viaje diario hacia la perfección celestial, donde cada pequeño acto cuenta. Uníos a mí para descubrir cómo manifestar la gloria de Dios en el mundo.

Mis hijos, en este episodio, os hablo desde el corazón, guiándoos por el camino que Jesucristo recorrió. Aprenderéis cómo vivir en fe y humildad, renunciando a lo terrenal y abrazando los valores celestiales. Aunque enfrenten dificultades, confíen en mi propósito de paz y bondad. A través de la entrega sincera y el seguimiento del Espíritu Santo, veréis el reino de los cielos manifestarse en la tierra. Recordad, todo lo que hacéis, en unión con Jesucristo, es garantía de victoria. Amad a todos sin distinción, y encontrad la verdadera fuerza en Mi amor. ¡Os espero en este recorrido celestial!